Embudos

Cristalería de precisión para transferencia de líquidos

Los embudos de laboratorio son herramientas fundamentales cuando necesitas transferir reactivos sin pérdidas ni contaminación. Trabajar con matraces de cuello estrecho o botellas de reactivos se vuelve mucho más seguro cuando usas el embudo correcto, especialmente al manejar ácidos concentrados o solventes volátiles.

Fabricados en cristal de borosilicato, estos embudos soportan los cambios térmicos bruscos que ocurren al transferir líquidos calientes o cuando trabajas con reacciones exotérmicas. La superficie lisa del vidrio evita que los residuos se adhieran, algo que cualquiera que haya limpiado embudos de plástico rayados sabe apreciar.

Variedades de embudos según aplicación

Para filtraciones simples con papel, los Embudos cilíndricos ofrecen mayor capacidad y permiten que el líquido fluya más rápido gracias a su diseño de paredes rectas. Cuando necesitas filtración al vacío, el Frasco de Buchner se conecta directamente a la bomba y acelera el proceso considerablemente.

Las separaciones líquido-líquido requieren equipos especializados. El Embudo de separación estándar funciona bien para volúmenes medianos, mientras que el Embudo separador en forma de pera facilita la extracción de la fase inferior con mayor precisión. Si trabajas con solventes agresivos o necesitas compatibilidad química superior, el Embudo en forma de pera con llave de paso de fluoroplástico ISO 4800 elimina el riesgo de contaminación por grasa de las llaves de vidrio esmerilado.

Ventajas del cristal de borosilicato

• Resistencia química excepcional: soporta ácidos, bases y solventes orgánicos sin degradarse
• Estabilidad térmica: tolera cambios de temperatura de hasta 150°C sin fracturarse
• Transparencia total: observas el proceso de filtración o transferencia en tiempo real
• Esterilización en autoclave: cumple con protocolos de laboratorios microbiológicos
• Durabilidad a largo plazo: la inversión se amortiza con años de uso continuo

Selección del diámetro adecuado

Los embudos de 40-60mm funcionan perfectamente para transferencias rápidas a viales o frascos pequeños. Cuando filtras volúmenes mayores de 100ml, los diámetros de 90-100mm acomodan papel de filtro estándar y reducen el tiempo de operación. Para preparaciones a escala piloto, los modelos de 150mm manejan litros de solución sin necesidad de múltiples cargas.

El largo del vástago también importa: vástagos cortos para matraces anchos, vástagos largos cuando necesitas alcanzar el fondo de botellas altas sin que el embudo se caiga. Verifica siempre que el diámetro del vástago coincida con la abertura del recipiente receptor para evitar salpicaduras.